Leía hoy que no hay que esperar a que pase la tormenta… hay que aprender a bailar bajo la lluvia. Y no puedo estar más de acuerdo, aunque la práctica siempre sea más puñetera que la teoría… Bailar «You&I» de Crystal Figthers como si no hubiera un mañana y como si no existiera nadie alrededor. Exprimir cada día y cuando acabe un viaje estar pensando en el próximo. Ya lo dice la pared de ese mítico edificio okupa berlinés «How long is now«.
Y así, casi sin darnos cuenta exprimimos el último mes del año y empezamos la cuenta atrás para el 2017. Los balances de Facebook nos muestran lo mejor de estos 335 días y los comercios se preparan para hacer el «agosto». Y mientras, yo sigo empeñada en que los regalos de sus Majestades a las rubias tengan alguna de estas características:
- Experiencias más que cosas materiales (entradas para conciertos, talleres de cocina y visitas a museos, entre otras. Y unos buenos patines 😉
- Cosas hechas a mano
- Algo de ropa o calzado que necesiten
- Un libro o un cuento
- Juegos de mesa para jugar en familia
Demasiados reclamos, demasiados juguetes de pilas y luces, demasiados anuncios en rosa o azul. Queremos que nuestros hijos sean educados en la igualdad y nos chocamos con la cruda realidad de ver cómo los hipermercados dividen las secciones de juguetes claramente por sexos.
Espero no ser la única en la sala a la que a veces la maternidad le sobrepasa… Mis chicas son guerreras y mi paciencia no siempre está a la altura… Y aún y todo, ¡qué suerte la mía!
En breve nos visitará el Ratoncito Pérez porque a la rubia pequeña se le mueve su primer diente. Cuánta magia nos espera ahí a la vuelta de la esquina…