Ayer la rubia mayor me pidió una moneda para dársela a un señor que pedía en la estación de autobuses. Le echó un par de monedas y caminamos juntas hacia el coche. Observé cómo el hombre y mi hija se despedían con una mirada cómplice. Al caminar Lucía me dijo que le daba pena que pasara tanta gente delante de él y no le hicieran caso, que debía de sentirse muy mal de pasar tan desapercibido. Le confesé algo que en el fondo me aterra… Los adultos nos acostumbramos a ver este tipo de escenas y es cierto que a veces no somos ni conscientes de que ocurren. ¿Acaso sólo la mirada pura e inocente de un niño es capaz de ponerse en su piel?
En el coche, mientras volvíamos a casa, me contó que alguien de clase le dijo una vez que los que piden dinero en la calle a veces tienen más dinero que nosotros. Argumentos de adultos que destruyen esa inocencia y esa empatía… necesaria para que el mundo gire. Le felicité a mi hija y le pedí que no dejara nunca que esas situaciones pasaran desapercibidas a nuestros ojos.
Las aceras estaban mojadas esta tarde. He resbalado tan fuerte que las rubias han empezado a lloriquear pensando que me había hecho daño. Y era cierto. Antes de conseguir levantarme he visto correr a dos personas hacia mí. Les he agradecido la ayuda. E inevitablemente he vuelto a pensar en lo duro que ha de resultar ser invisible en una sociedad que corre, se estresa, compra y adormece. Siempre nos quedarán niños que piden monedas y regalan miradas bonitas y personas que corren a socorrer. Y siempre nos quedará Leonard Cohen y su poesía…
Ayer conocí a un buen grupo de mujeres entusiastas, emprendedoras y madres. Y cada vez estoy más convencida del poder y la fuerza femeninas… No hay quien nos pare, le pese a quien le pese… 19 mujeres blogueras de Gipuzkoa y energía a raudales.
Toda una declaración de intenciones que pienso recordarme cada mañana. Hace tres años. Hace un año. Ayer y hoy… Deja que te despierten así cada día…
Acabo de darme cuenta de que este blog lleva diez mil visitas. ¡Gracias, de corazón!
Kaixo Nerea! Espero que el resbalón se haya quedado en nada. Y respeto a esas escenas que nos pasan desapercibidas, yo te aseguro que no es así, pero nos tienen algunos tan engañados que pagan justos por pecadores. Si te contara lo que me ha pasado hace unos días… pero eso la próxima vez que nos veamos. Un besote para tí y tus rubias!!
Hola Elisabet! Se quedó en nada… Y por supuesto que no se puede ni se debe generalizar… Todavía queda mucha gente buena en este mundooooo!!! Un beso!!!