Maravillosa mujer. Con todos sus recovecos e inconfesables secretos. Con un carácter de armas tomar, ése que a veces nos salva de salir más heridas. Bella, bellísima. Sin tener la presión de tener que gustar a todo el mundo. Con mucho viaje vivido, con un amplio recorrido y tan joven a la vez. Coraje de mujer. Dando lecciones a cada segundo, en cada instante.
Madre por encima de todo. A pesar de los pesares. Con la mejor de las sonrisas y sacando fuerzas de una flaqueza íntima. Creo que nunca fue tan feliz como contigo en brazos. Creo no, lo sé.
A Roser Llop. En el Día Mundial contra el Cáncer.
No he podido evitar que se me salten las lágrimas, Nere.
Un abrazo de casa de la pradera.
Y en el ático siempre un corazón enormeeeee… Besos!